Cefaleas

La cefalea es uno de los tipos más frecuentes de dolor recurrente y uno de los síntomas más habituales en Neurología. Suele dividirse en 2 grandes categorías: cefaleas primarias y secundarias. Las cefaleas secundarias se deben a neoplasias, traumatismos craneales, etc., mientras que las cefaleas primarias no se encuentran asociadas a estos factores y son más frecuentes que las secundarias.

De las cefaleas primarias, el tipo tensional es la más frecuente abarcando el 69%, seguida por la migraña con un 15%, y en tercer lugar la cervicogénica.

Teniendo en cuenta la diversidad de trastornos que pueden producir cefaleas es esencial un diagnóstico preciso para poder aplicar el tratamiento adecuado, lo que incluye principalmente descartar la presencia de cefaleas secundarias a lesiones cerebrales graves como las ya mencionadas.

La Cefalea Tensional es definida como la forma más prevalente de las cefaleas primarias; en el período de un año la prevalencia alcanza del 31 al 74%. Para los individuos que la padecen es menos incapacitante que la migraña o la cefalea en racimos pero desde la perspectiva social es importante por su alta prevalencia.

La Cefalea Tensional, es de presentación bilateral y que se caracteriza por un dolor inespecífico y constante, que no es desencadenada por los movimientos cervicales.

En resultados obtenidos por investigaciones, al comparar el tratamiento con manipulaciones cervicales comparado con el tratamiento farmacológico, al finalizar el período de intervención, se demuestra que el grupo que recibió tratamiento manual mostró una reducción del 32% en la intensidad de la cefalea y un 42% en la frecuencia de la cefalea en comparación con el grupo que recibió solo tratamiento farmacológico, que no mostraron mejorías estadísticamente significativas. Además, quienes recibieron manipulación vertebral, presentaron efectos más duraderos que quienes reciben tratamiento farmacológico.

La cefalea cervicogénica, por su parte, es un síndrome de dolor referido en cabeza y cara cuyo origen es cervical, el que puede darse como reacción frente a lesiones en una o varias estructuras anatómicas del cuello, entendiendo así, la posibilidad de orígenes diversos y mecanismos multifactoriales.

En la literatura se han descrito dolores referidos en cara y cabeza procedentes de estructuras musculares, óseas, articulares, nerviosas y vasculares del cuello, tanto a nivel superior como inferior. Pese a esto, no se ha demostrado la existencia de un único mecanismo fisiopatológico en concreto que provoque la cefalea cervicogénica. Aparentemente son varios los mecanismos que derivan en un mismo síndrome, y no sólo varían de un paciente a otro, sino también en un mismo paciente.

La cefalea cervicogénica es frecuente, y afecta preferentemente a mujeres de edad media. Suele existir antecedente de traumatismo cervical directo o indirecto, limitación de la movilidad cervical hacia el lado sintomático, hipersensibilidad y/o precipitación del dolor por presión sobre determinadas zonas occipitales o cervicales. El dolor es estrictamente unilateral, con predominio en la región occipital pero con afectación también de la región frontal.

La cefalea es moderada en general, no pulsátil y puede acompañarse de náuseas, vómitos y foto-audio-fobia pero con intensidad mucho menor que en la migraña. El patrón temporal es remitente o crónico.

Según estudios, en la exploración física, se valora mucho la palpación experta de las estructuras cervicales por un especialista de las terapias manuales, como un Quiropráctico, estudios que evalúan la influencia de la manipulación cervical sobre la cefalea cervicogénica, y que sugieren que un incremento de la calidad y amplitud articular de los segmentos cervicales superiores puede influir positivamente en dichas cefaleas.

La cefalea cervicogénica puede originarse en las siguientes estructuras cervicales:

  • La arteria vertebral y el plexo simpático.
  • Las raíces dorsales de C1 a C7.
  • Los discos intervertebrales hasta C7.
  • Las articulaciones interapofisarias de C2/C3 hasta C6/C7.
  • Los nervios periféricos del cuello y cabeza, particularmente los nervios occipitales y el nervio auricular mayor.
  • Tejidos blandos suboccipitales

Algunos autores afirman que el tratamiento de la cefalea cervicogénica con medicina manual requiere de un tratamiento enfocado a restaurar la movilidad y a restaurar el equilibrio postural. Por lo que es importante enfocar el tratamiento, cómo un tratamiento del sistema neuromuscular en su totalidad, entendiendo el cuerpo como una unidad holística y funcional.

Finalmente mencionar que la cefalea cervicogénica es un claro ejemplo de una de las tantas patologías que se beneficiarían de una mayor colaboración entre los profesionales Médicos y la Quiropráctica. Ya que como vemos, según las distintas etiologías de cefaleas, el tratamiento Quiropráctico nos puede ser de gran ayuda.